La ganadería porcina en España se enfrenta a un nuevo desafío con la entrada en vigor del Real Decreto 159/2023
El sector porcino en España enfrenta un reto con la entrada en vigor del Real Decreto 159/2023, que impone nuevas normas de bienestar animal. Entre las medidas, se exige un aumento en el espacio mínimo por cerdo, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los animales. Para los ganaderos, esta adaptación supone un coste elevado, que podría superar los 300.000 euros por explotación, según han advertido organizaciones agrarias como COAG y ASAJA.
Impacto de la caída de las exportaciones
Este sobrecoste llega en un momento difícil para el sector, que ya ha sufrido una caída significativa en las exportaciones a China, su principal mercado. La recuperación de la cabaña porcina en el gigante asiático ha provocado un descenso del 14,3% en volumen y del 27,6% en valor de las exportaciones españolas, afectando gravemente los ingresos del sector, que han caído desde 3.135 millones de euros en 2020 a 1.223 millones de euros en 2023.
Reducción de capacidad y solicitud de prórroga.
Además, la reducción del espacio por explotación podría llevar a que algunas granjas tengan que disminuir su capacidad en hasta un 10%, lo que afectaría los ingresos de los ganaderos. Por ejemplo, una granja de engorde que actualmente tiene 2.000 cerdos podría pasar a tener entre 1.750 y 1.800, lo que implicaría una pérdida anual de unos 9.000 euros.
Un punto de preocupación entre los ganaderos es el corto plazo de tiempo para cumplir con las nuevas normativas. COAG y Asaja han solicitado una prórroga mínima de tres años, hasta 2028, para garantizar que las explotaciones puedan adaptarse sin verse obligadas a cerrar. De no concederse esta extensión, se estima que podrían perderse entre cuatro y ocho millones de cerdos cebados al año, lo que impactaría tanto a los productores como a los consumidores.
Riesgo de cierre para miles de granjas
Finalmente, el riesgo de cierre afecta a unas 3.200 granjas en toda España, que podrían no soportar la presión financiera de estas reformas. Esta situación no solo amenaza la viabilidad de las explotaciones, sino que también podría afectar al mercado, presionando los precios de la carne al alza.
Que duda cabe, Oxifuch apoya al sector del campo en este, tan difícil, momento que atraviesan.
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