La oxigenación de aguas nunca será algo malo, al contrario, el oxigeno disuelto es uno de los indicadores mas importantes de la calidad del agua.
Lo que hay que tener en cuenta es que un sistema sobredimensionado produce pérdidas notables de energía y una factura de luz excesivamente alta. Por este motivo y para evitar estos escenarios, es muy importante realizar un estudio en detalle para cada balsa.
El oxígeno transferido por medio del compresor debe tener un buen grado de aceptación en la masa del agua, es decir, si ya tenemos unos niveles de oxígeno medios, una dosificación constante de oxígeno acabará liberándolo a la atmósfera sin ser transferido al agua.
Un correcto estudio de las horas de funcionamiento del compresor, caudal necesario y correcta distribución de la oxigenación son los factores claves para no estar desperdiciando el oxígeno que aportamos a la masa de agua causando un consumo excesivo de electricidad innecesariamente.
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